En unas vacaciones soleadas, una hermosa nena anhela un encuentro salvaje. Nuestros ojos se encuentran y chupa ansiosamente mi polla palpitante. Ella está lista para cualquier cosa, turnándose para arriba antes de que yo la domine en estilo perrito. ¿El clímax? Una ardiente corrida facial. El paraíso nunca supo tan bien.